La neerlandesa Puck Pieterse, una de las figuras más polivalentes del ciclismo internacional, ha publicado un vídeo en el que desvela cómo es una jornada completa de trabajo durante una concentración de equipo. El contenido, grabado en un stage de preparación, permite observar con detalle la carga física, el control médico y la planificación que sostienen su rendimiento tanto en Cross Country como en ciclocross.
Entrenamiento, nutrición y datos: así se estructura el día de Pieterse
La jornada comienza temprano con un control médico rutinario. Cada mañana, el equipo revisa métricas como hidratación, peso, presión arterial y datos de recuperación obtenidos mediante sensores. El objetivo es detectar cualquier signo de fatiga acumulada y ajustar la carga antes de salir a entrenar.
Tras el chequeo, la nutrición ocupa un papel central. El desayuno se calcula en función del entrenamiento previsto, con una ingesta precisa de hidratos de carbono para garantizar energía suficiente. Nada queda al azar: la propia corredora explica que el equipo gestiona cantidades y timings para evitar errores en un entorno de alta exigencia.
La primera sesión del día se centra en el trabajo de intensidad sobre la bicicleta. Series cortas y explosivas, combinadas con esfuerzos en zona VO2 máx., forman parte de un entrenamiento habitual dentro del grupo. Pieterse reconoce que es uno de sus bloques favoritos, ya que permite trabajar potencia sin acumular un desgaste excesivo.
Finalizada la sesión sobre la bici, la carga continúa en el gimnasio. Fuerza, core y movilidad se integran en una rutina diseñada a partir de test previos que determinan las áreas a reforzar. El trabajo no termina ahí: la tarde incluye pruebas de esfuerzo y tests fisiológicos obligatorios, completando una triple sesión en un mismo día.
El vídeo también muestra detalles menos visibles del alto rendimiento. Desde la preparación del material y la elección del equipamiento hasta la recuperación posterior, con batidos específicos y comidas pautadas por objetivos nutricionales. Incluso hay espacio para momentos distendidos con el resto del equipo, que ayudan a aliviar la presión acumulada.
La jornada concluye con una última comida y una prioridad clara: descansar. Dormir bien es, según la propia Pieterse, una de las claves para asimilar días de carga tan elevados. El mensaje que deja el vídeo es claro: el rendimiento que se ve en competición es solo la punta del iceberg de un trabajo diario medido al milímetro.