El ciclismo de élite es una disciplina donde cada detalle cuenta, y donde la excelencia no se limita únicamente al rendimiento físico de los deportistas. La máquina sobre la que pedalean puede marcar la diferencia entre una medalla y el anonimato. Este principio se ha hecho evidente con la creación de una bicicleta muy especial: la montura dorada que acompaña a Remco Evenepoel, protagonista absoluto en los últimos Juegos Olímpicos y Campeón del Mundo de contrarreloj.

Remco Evenepoel, integrante del equipo Soudal Quick-Step, ha vivido una temporada dorada, tanto en el sentido figurado como en el literal. Sus victorias en las pruebas olímpicas de contrarreloj y ciclismo en ruta, sumadas al título mundial en la lucha individual contra el crono, justifican con creces la creación de una bicicleta única, una Specialized S-Works Tarmac SL8 hecha a medida para rendir homenaje a un ciclista que ha alcanzado la cima del éxito deportivo.
El responsable de esta joya sobre ruedas es Nicolas Coosemans, Director Técnico y de Desarrollo del equipo. Bajo su supervisión, se llevó a cabo un meticuloso proceso de ensamblaje que convirtió una bicicleta convencional en una obra de ingeniería personalizada, pensada para satisfacer los estándares más exigentes del campeón belga.
Este tipo de montajes especiales forman parte de una tradición dentro del ciclismo profesional, donde los éxitos deportivos se celebran con ediciones únicas y configuraciones a medida. Como es de esperar, la atención al detalle se prioriza en el color del cuadro, un acabado dorado metalizado que no es solo decorativo, sino que transmite un mensaje claro: esta es la bicicleta de un campeón.