Tomomi Nishikubo vuelve a sorprender con su último proyecto audiovisual, Ride to Survive 2. En esta ocasión, Nishikubo lleva a los aficionados a un insólito viaje temporal a través de los bosques montañosos de Japón, sugiriendo que el origen del ciclismo de montaña podría estar mucho más atrás de lo que se creía hasta ahora.

Tras sufrir un accidente en sus senderos locales, el conocido especialista de trial despierta en un entorno donde nada es familiar. Lejos de sus habituales compañeros y del presente, se encuentra rodeado por una peculiar tribu prehistórica dedicada al MTB. Ataviados con prendas confeccionadas a partir de cámaras de aire y montando prototipos rudimentarios, estos ancestros parecen haber dominado ya los principios del ciclismo de montaña.

Gracias a la resistencia de su Canyon Spectral, que ha sobrevivido misteriosamente al viaje temporal, Nishikubo logra comunicarse con la tribu, aunque no sin antes enfrentarse a un desafío: debe demostrar sus habilidades para ser aceptado como uno más. Lo que sigue son cuatro minutos de pura destreza, creatividad y técnica, donde el japonés ejecuta maniobras de freeride y trial sobre obstáculos y pasarelas construidos completamente a mano.

La producción, grabada en el Forest Bike Park, muestra circuitos diseñados y construidos manualmente por el propio Nishikubo, tarea que le llevó cerca de un año y medio debido a su negativa a utilizar maquinaria pesada. Tras el rodaje, estos senderos pasarán a formar parte de la red de rutas públicas disponibles para la comunidad local de Mountain Bike, consolidando así el legado del proyecto.
Junto a Nishikubo participaron destacados profesionales japoneses como Ayato Kimura, Yuki Kishi, Shuichi Hirasa y Rintarou Yasu, aportando calidad y variedad a la experiencia. Según el propio Nishikubo, el truco más exigente de la grabación fue un fakie drop de 2,5 metros de altura y diez metros de longitud, que requirió tres días de preparación y rodaje. Por otro lado, el salto mortal con balancín surgió de forma espontánea y fue ejecutado en tan solo 24 horas.