Mirar hacia atrás y examinar ciertos aspectos del pasado nos permite apreciar los cambios positivos que se han producido a lo largo del tiempo en el mundo de las competiciones de ciclismo. Un claro ejemplo de esto se puede observar en el siguiente vídeo, que muestra cómo se hidrataban y alimentaban los competidores del Tour de Francia en 1962.
En las imágenes, vemos a ciclistas deteniéndose rápidamente en bares y restaurantes, donde consumían botellas de vino, champán, cerveza y otras bebidas, relegando el agua a un segundo plano y, por supuesto, sin ningún tipo de dosificación ni miramiento sobre lo que entraba en la boca.
También se muestran salchichas enormes y garrafas de agua de gran tamaño para refrescarse, junto con otras curiosidades que, de ocurrir en la actualidad, seguramente causarían consternación entre los preparadores físicos y serían titulares de portada en los más importantes medios del planeta.