La estrella del Freeride y campeón de Slopestyle, Paul Basagoitia, leyenda estadounidense del MTB, de 34 años y residente en Reno, Nevada, ha sido una gran influencia para el ciclismo de montaña. En la década de los 2000 popularizó trucos que antes solo se veían en los circuitos de BMX. Canyon Bicycles anuncia que Paul se une al CLLCTV y que ya está disfrutando de las bicicletas eléctricas la marca alemana.
El Canyon CLLCTV es una comunidad fuerte, una gran familia de riders. Estamos muy orgullosos de que una leyenda absoluta como Paul se una a nosotros como embajador de Canyon. Es impresionante e inspirador ver cómo superó todos sus problemas para volver a subirse a una bicicleta y esperamos poder apoyarle en sus próximos proyectos
, explica Kerstin Kaufmann, Canyon Brand Manager MTB.
La pasión de Paul por el deporte sigue intacta, el ciclismo de montaña ha sido protagonista de sus mayores logros y también del peor momento de su vida. La vida de Paul siempre ha girado en torno a las bicicletas. A los dos años dejó los ruedines, a los seis empezó a competir en BMX y a los diez se convirtió en el Campeón del Mundo de su categoría. Su amigo Cam Zink le convenció para pasar del BMX al ciclismo de montaña en su adolescencia.
En 2004, con 17 años, Paul se presentó en el Crankworx Slopestyle de Whistler sin una bicicleta propia, sin patrocinadores, y ganó. Una victoria decisiva para 'Bas' y el comienzo de una carrera impresionante que lo llevaría por todo el mundo consiguiendo numerosas victorias internacionales. En 2015 una tremenda caída en la final del Red Bull Rampage estuvo a punto de acabar con su carrera. Se había fracturado la vértebra T12 y se había dañado la médula espinal, lo que significaba que probablemente no podría volver a caminar.
Paul simplemente se negó a aceptar ese diagnóstico. Siempre había vivido para competir, superando los límites de lo que era posible sobre una bicicleta. Y así decidió luchar contra su parálisis de cintura para abajo. Sus seguidores en todo el mundo y el apoyo financiero de la comunidad de ciclistas de montaña le proporcionaron una motivación adicional. Muchos meses de fisioterapia y entrenamientos de hasta diez horas con sus correspondientes altibajos.
Pero Paul nunca se rindió y poco a poco consiguió cumplir con su objetivo. Levantarse solo de la silla de ruedas por primera vez, volver a conducir un coche, dar sus primeros pasos sin muletas. Estos importantes hitos en su difícil camino de regreso a la normalidad le hicieron ver que podía apuntar más alto. Ya han pasado más de cinco años desde el accidente y Paul sigue montando en bicicleta. Aunque todavía camina con un bastón, se siente como pez en el agua sobre un sillín.
La bicicleta eléctrica me ha dado literalmente una segunda oportunidad en la vida. Si no fuera por esta tecnología no tendría la libertad de salir con mis amigos a descubrir zonas nuevas. ¡Me siento bendecido por haber podido superar tantas cosas en los últimos cinco años! Sigo teniendo la misma motivación y ganas de seguir mejorando. ¡Me pongo metas y no me doy por vencido hasta que las alcanzo! Es importante progresar en todos los aspectos de la vida, ya sea la salud, las relaciones, tu carrera profesional, etc. ¡Si puedo progresar en todos estos aspectos, seré un tipo feliz!
, explica Paul.
