Competición

La UCI critica la negativa de varios equipos a probar la tecnología GPS de seguridad en el Tour de Romandía Femenino

La competición, parte del calendario UCI Women's WorldTour, debía servir de escenario para evaluar un nuevo sistema de seguimiento en carrera con fines de seguridad.

La Unión Ciclista Internacional (UCI) ha expresado su firme rechazo a la postura de algunos equipos que se han negado a participar en la prueba piloto de rastreadores GPS durante el Tour de Romandía Femenino. La competición, parte del calendario UCI Women's WorldTour, debía servir de escenario para evaluar un nuevo sistema de seguimiento en carrera con fines de seguridad.

Logotipo de la UCI. Imagen: UCI
Logotipo de la UCI. Imagen: UCI

Una medida clave para el futuro del ciclismo en ruta genera división entre los equipos

El proyecto, impulsado por SafeR (organismo que integra a organizadores, equipos y asociaciones de ciclistas) busca reforzar la protección de las corredoras en situaciones de riesgo. La iniciativa contemplaba que una ciclista de cada equipo portase un dispositivo de apenas 63 gramos en su bicicleta, con el objetivo de poner a prueba el software de control y los protocolos de emergencia.

La UCI subraya que la medida estaba claramente definida en el reglamento de la carrera y respaldada por artículos de su normativa general. Los directores deportivos recibieron instrucciones detalladas en la reunión previa al inicio del evento. Aun así, cinco equipos optaron por no cumplir con la obligatoriedad: Canyon//SRAM Zondacrypto, EF Education–Oatly, Lidl-Trek, PostNL-Picnic y Visma | Lease a Bike. Como consecuencia directa, fueron apartados de la carrera.

Desde la federación internacional se considera que esta negativa debilita los esfuerzos colectivos por avanzar en materia de seguridad, justo en un momento en el que se buscan herramientas tecnológicas para reducir tiempos de respuesta en accidentes y mejorar la supervisión médica en carrera.

El sistema, desarrollado junto al proveedor Swiss Timing, está concebido para enviar datos en tiempo real a los comisarios, al control de carrera y a los equipos médicos. De este modo, se pretende reaccionar con mayor rapidez en caso de caída o incidencia grave. La prueba en Romandía era clave porque la carrera combina contrarreloj, etapas en línea y circuitos, lo que ofrecía un terreno ideal para validar la herramienta.

La UCI también ha recordado que esta misma tecnología será de uso obligatorio en el próximo Campeonato del Mundo de Ruta en Kigali, Ruanda, donde todas las ciclistas deberán portar el dispositivo. La resistencia de los equipos disidentes contrasta con la cooperación del resto, que sí aceptaron integrarse en el proyecto piloto.

Un aspecto que añade tensión es que varios de los equipos que rechazaron el test forman parte de Velon, organización que trabaja en su propio sistema de datos y seguimiento GPS. Este solapamiento de intereses comerciales podría estar detrás de la falta de colaboración, aunque la UCI recalca que la prioridad debe ser la seguridad, no las disputas tecnológicas.

El organismo presidido por David Lappartient lamenta que un grupo reducido de formaciones haya obstaculizado una iniciativa de alcance internacional, pero al mismo tiempo valora el compromiso de la mayoría de equipos y organizadores. Tras lo sucedido, la UCI estudia si aplicará sanciones adicionales conforme a su reglamento disciplinario.

La seguridad en el ciclismo profesional es una preocupación constante. Los descensos técnicos, las condiciones climáticas extremas y la creciente velocidad de carrera hacen que cada minuto cuente en caso de emergencia. Con la llegada de sistemas de rastreo en tiempo real, la federación pretende dar un paso decisivo hacia un entorno más protegido para los ciclistas.