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SRAM vence a la UCI en su disputa por la relación de transmisión máxima

Aunque la victoria de SRAM es, de momento, provisional, marca un precedente importante que podría influir en futuras decisiones regulatorias de la UCI.

La batalla legal entre SRAM y la Unión Ciclista Internacional (UCI) ha dado un giro inesperado. La Autoridad de Competencia Belga (BCA) ha dictado medidas provisionales a favor de SRAM, suspendiendo la aplicación inmediata de la polémica norma que restringía la relación de transmisión máxima a 54×11 en el ciclismo profesional de carretera. Esta decisión, emitida el 9 de octubre, representa una victoria significativa para el fabricante estadounidense, aunque todavía es temporal.

Logotipo de la marca. Imagen: SRAM
Logotipo de la marca. Imagen: SRAM

La Autoridad de Competencia Belga ordena suspender temporalmente la norma técnica de la UCI

La resolución de la BCA argumenta que la norma adoptada por la UCI podría causar un perjuicio grave e irreparable a SRAM, dado que es uno de los dos principales proveedores de sistemas de transmisión utilizados por los ciclistas profesionales y el único que actualmente no dispone de un producto conforme a esa limitación. Además, la autoridad belga considera que la norma fue aprobada en circunstancias controvertidas y sin las debidas garantías de transparencia y competencia justa.

La medida llega en un momento crítico, justo antes del inicio del Tour de Guangxi, previsto para el 14 de octubre, donde debía aplicarse por primera vez el nuevo estándar. La BCA ha ordenado a la UCI que suspenda cualquier intento de imponer restricciones relacionadas con la relación de transmisión antes del 13 de octubre y ha advertido que vigilará de cerca el cumplimiento de su decisión.

En su comunicado, la Autoridad de Competencia Belga subraya que el incumplimiento podría acarrear sanciones económicas y que su Servicio de Investigación y Fiscalía supervisará la aplicación de las medidas. Asimismo, ha ordenado la publicación pública de su decisión en el sitio web de la BCA para garantizar la transparencia del proceso.

Por su parte, la UCI ha respondido acatando la orden de suspensión y publicando un comunicado en el que expresa su sorpresa ante la intervención de una autoridad nacional en un asunto interno del ciclismo. La organización ha defendido que la norma buscaba reforzar la seguridad de los ciclistas al limitar las velocidades máximas alcanzables en las pruebas, y ha anunciado su intención de apelar la decisión. Además, confirmó que la prueba del Tour de Guangxi queda suspendida hasta nuevo aviso.

Desde SRAM, su director ejecutivo, Ken Lousberg, ha celebrado la resolución como un paso importante hacia un proceso regulatorio más justo y abierto dentro del ciclismo profesional. En declaraciones recogidas por medios especializados, Lousberg señala que la empresa seguirá defendiendo la libertad de innovación y la igualdad de condiciones para todos los fabricantes. La innovación y la seguridad deben avanzar juntas, no en conflicto. Es el momento de redefinir cómo colaboran los actores clave del deporte para construir un futuro más seguro y transparente, declaró.

El caso no se limita a una simple disputa técnica. Detrás se libra una batalla por la influencia y la gobernanza en el ciclismo profesional, donde los fabricantes, los equipos y los organismos reguladores buscan equilibrar la seguridad, la innovación tecnológica y la libre competencia. Nueve equipos profesionales han apoyado formalmente a SRAM en el procedimiento, alegando que la norma restringía injustificadamente la libertad de elección de los ciclistas y de las escuadras en materia de equipamiento.

Aunque la victoria de SRAM es, de momento, provisional, marca un precedente importante que podría influir en futuras decisiones regulatorias de la UCI.