La Unión Ciclista Internacional (UCI) ha emitido un comunicado en el que contesta a la denuncia presentada por SRAM ante la Autoridad de Competencia belga. El motivo de la disputa es el Protocolo de Prueba de Relación de Transmisión Máxima, que será aplicado en el Tour de Guangxi 2025 que se celebrará del 14 al 19 de octubre.

Seguridad frente a innovación: dos visiones en conflicto
La UCI subraya que su reglamento técnico tiene como objetivo prioritario la seguridad de los ciclistas y la igualdad en la competición. La federación asegura que este protocolo es fruto de un proceso de consulta con equipos, corredores y organizadores, y que responde a la recomendación de SafeR, organismo centrado en mejorar la seguridad en el ciclismo profesional.
El organismo internacional argumenta que el incremento de las velocidades máximas registrado en los últimos años, en especial en los descensos, está vinculado a la evolución del material y supone un riesgo añadido para los deportistas. Según la UCI, la mayoría de los ciclistas expresaron su apoyo a este ensayo a través de un cuestionario previo, una postura refrendada también por la CPA, entidad que representa al pelotón profesional.
En su declaración, la federación insiste en que el protocolo no busca perjudicar a ningún fabricante, sino que se aplicará de forma equitativa a todos los participantes. Además, recuerda que la seguridad en carretera requiere un esfuerzo colectivo y lamenta que, tras la negativa de algunos equipos a probar el sistema de seguimiento GPS en el Tour de Romandía Femenino, un fabricante de equipamiento se muestre ahora contrario a un procedimiento pensado para recopilar datos en beneficio del deporte.
La UCI afirma mantener su disposición al diálogo con la industria, al tiempo que recalca que la innovación tecnológica debe desarrollarse dentro de un marco regulador transparente que proteja la integridad de los ciclistas. Sin embargo, cuestiona los motivos de SRAM y considera que su oposición pone en riesgo la unidad necesaria entre todos los actores del ciclismo para avanzar hacia un escenario más seguro.
Este cruce de declaraciones sitúa al pelotón profesional en un momento clave: la confrontación entre la defensa de la seguridad y la apuesta por la innovación tecnológica abre un debate que marcará el futuro inmediato de las competiciones de carretera. El Tour de Guangxi, escenario elegido para la primera aplicación del protocolo, será el campo de pruebas en el que se midan ambas posturas.