General

Cinco síntomas claros de que hay que cambiar la posición sobre la bicicleta

Estos son los cinco síntomas inequívocos de que ha llegado el momento de revisar la posición sobre la bicicleta, junto a recomendaciones básicas para mejorar la experiencia sobre las dos ruedas.

El ajuste correcto de la postura sobre la bicicleta es esencial para disfrutar de cada salida y optimizar el rendimiento, ya sea en rutas de montaña, carretera o ciudad. Muchos ciclistas no prestan la debida atención a este aspecto y, sin embargo, pequeños desajustes pueden derivar en molestias físicas o una merma en el rendimiento. Estos son los cinco síntomas inequívocos de que ha llegado el momento de revisar la posición sobre la bicicleta, junto a recomendaciones básicas para mejorar la experiencia sobre las dos ruedas.

Ciclista dolorido con postura forzada. Imagen: TodoMountainBike
Ciclista dolorido con postura forzada. Imagen: TodoMountainBike

Ante la aparición de cualquiera de estos síntomas, la mejor opción es acudir a un estudio biomecánico realizado por profesionales. No obstante, ajustar la altura del sillín, revisar la posición de las calas o regular la distancia y altura del manillar son intervenciones sencillas que pueden reducir molestias y mejorar notablemente el confort y la eficiencia en cada salida.

1. Dolor o entumecimiento en las manos

Sentir adormecimiento, hormigueo o dolor en las manos tras varias horas de pedaleo suele indicar que el peso del cuerpo recae en exceso sobre el manillar. Esto puede deberse a una altura incorrecta del sillín, potencia demasiado baja o un retroceso excesivo del sillín. Ajustar la posición y probar con puños ergonómicos o guantes con almohadillas puede marcar la diferencia.

2. Dolor lumbar o cervical

El dolor en la zona lumbar o el cuello después de una ruta suele asociarse a un manillar demasiado bajo, un alcance demasiado largo o un sillín colocado incorrectamente. Es conveniente revisar la altura y el retroceso del sillín, así como la longitud de la potencia, para conseguir una postura más neutra y relajada que descargue la tensión en estas zonas.

3. Incomodidad o adormecimiento en la zona perineal

Las molestias en la zona del sillín, como presión excesiva o pérdida de sensibilidad, no solo afectan al confort, sino que pueden tener consecuencias para la salud a largo plazo. Un sillín mal ajustado en inclinación o altura, o una elección incorrecta del propio sillín, suelen estar detrás de este problema. Ajustar milimétricamente la altura y la inclinación, así como elegir un modelo adecuado al tipo de práctica y anatomía, ayuda a evitar este síntoma.

4. Dolor de rodillas

El dolor en las rodillas, especialmente en la parte anterior o lateral, suele ser un aviso claro de que la altura o el retroceso del sillín no son los adecuados. Pedalear con el sillín demasiado bajo o avanzado incrementa la presión en las articulaciones, aumentando el riesgo de lesión. Un ajuste cuidadoso de la altura del sillín y la colocación de las calas, si se utilizan, permite alinear correctamente las piernas y reducir el esfuerzo articular.

5. Fatiga muscular prematura

Cuando las piernas acusan fatiga antes de lo habitual o se nota que no se puede mantener el ritmo habitual, es probable que la posición sobre la bicicleta esté forzando una biomecánica ineficiente. La posición del sillín, el manillar y las calas, junto a la longitud de las bielas, deben revisarse para garantizar un pedaleo natural y potente.