Tras meses de movimientos y rumores en la industria audiovisual, Netflix ha confirmado una operación sin precedentes: la compra de Warner Bros. Discovery (WBD) por 72.000 millones de dólares. El anuncio llega después de una larga carrera en la que Paramount y Comcast también exploraron la adquisición del conglomerado, aunque finalmente ha sido la plataforma líder del streaming la que ha dado el paso decisivo.
El futuro de WBD se dividirá en dos bloques antes del traspaso
La operación no se ejecutará de forma inmediata. WBD avanzará primero en su plan corporativo para dividir la compañía en dos entidades cotizadas de manera independiente. Una mantendrá el negocio de estudios y streaming, área que pasará a manos de Netflix. La otra, bautizada como Discovery Global, agrupará las actividades relacionadas con televisión generalista, entretenimiento, información y deportes.
Este segundo bloque incluirá marcas globales como CNN, TNT Sports en Estados Unidos, Discovery y diversos canales en abierto repartidos por Europa, así como la plataforma digital Discovery+. La compañía prevé que la escisión quede completada en verano de 2026, momento a partir del cual Netflix asumirá el control operativo de los activos vinculados a producción y distribución de contenidos en streaming.
El movimiento refuerza la estrategia de la plataforma californiana de ampliar su catálogo propio y consolidar su influencia en la industria. La absorción de los estudios de WBD le permitirá acceder a propiedades intelectuales de enorme valor comercial y a una estructura de producción que ha marcado durante décadas el rumbo del entretenimiento global.
El ámbito deportivo, sin embargo, permanecerá fuera de la adquisición. La nueva Discovery Global conservará todas las divisiones relacionadas con retransmisiones y derechos deportivos, incluyendo el paquete que abarca los contenidos vinculados a grandes competiciones internacionales.
La decisión deja en el aire un asunto relevante: el futuro de la promoción y emisión del Mundial de fútbol. Los derechos seguirán en manos de WBD Sports hasta 2030, pero la reorganización corporativa plantea interrogantes sobre la estrategia que adoptará Discovery Global en un escenario dominado por la fragmentación de audiencias y la creciente presión de las plataformas digitales.
En los próximos meses se espera que ambas compañías detallen la hoja de ruta del proceso, así como los efectos regulatorios que deberá superar un acuerdo de esta magnitud. La industria audiovisual afronta otro punto de inflexión marcado por la concentración empresarial y la búsqueda de modelos de negocio capaces de sostener el ritmo de inversión en contenidos.