Cuando un conductor imprudente realiza un cambio de sentido, provoca la caída de un ciclista en la maniobra y, antes de darse a la fuga, mira de forma indiferente al resto de ciclistas mientras le pega una calada al cigarro que lleva en la boca, poco más se puede añadir. ¿La única solución? Denunciar las imágenes para, con un poco de suerte, esperar por parte de las autoridades una sanción para tan infecto personaje. ¿Dónde ha sucedido? En Oia, un municipio ubicado en el litoral meridional de la provincia española de Pontevedra (Galicia).
