A día de hoy, ya es posible encontrar en las tiendas varios modelos de radares traseros para bicicletas como, por ejemplo, los diferentes modelos que ofrece la gama Garmin Varia o el Magicshine Seemee 508, entre otros dispositivos. Básicamente, se trata de unas luces traseras que cuentan con un radar de proximidad que avisa al usuario de la presencia de un vehículo aproximándose por detrás.
¿Tiene alguna utilidad saber si viene un vehículo por detrás cuando se circula en bicicleta por la carretera? La respuesta es más que obvia: sí. Un buen ejemplo lo encontramos en este vídeo, cuyo autor explica, de forma práctica, cómo utiliza el radar trasero instalado en su bicicleta para mejorar la seguridad de sus salidas.
Como todos los ciclistas de carretera ya saben, los arcenes, sobre todo en las carreteras españolas, no son precisamente el mejor lugar para circular con una bicicleta. Por este motivo, lo más habitual es rodar sobre el asfalto en buen estado y, en caso necesario, apartarse un poco más hacia el arcén cuando es necesario. Aquí es donde los radares traseros ofrecen todo su juego.
El ciclista en cuestión rueda con su bicicleta por la parte limpia de la carretera y, cuando recibe el aviso de la proximidad de un coche a través del ciclocomputador, se aparta convenientemente hacia el arcén hasta que pasa el vehículo, mejorando su seguridad de forma notable por el simple hecho de tener un dispositivo de este tipo instalado en su bici.
