El Tour de Francia 2020, cuya celebración estaba prevista entre el 27 de junio y el 19 de julio, llevaba varios días ocupando titulares informativos que hablaban de una posible cancelación o aplazamiento debido a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus COVID-19. El Presidente de Francia Emmanuel Macron ha sido el encargado de despejar las dudas tras anunciar una ampliación del confinamiento en el país vecino hasta el 11 de mayo y prohibir eventos públicos como mínimo hasta mediados de julio.
En el mensaje televisado del presidente francés, dejó muy claro que los principales festivales y eventos con una gran asistencia de público no podrán celebrarse al menos hasta mediados de julio
, una medida que afecta directamente al Tour de Francia y que, por tanto, obliga a la organización de la Gran Vuelta gala a revisar el calendario para buscar una nueva fecha o, en el peor de los casos, la cancelación de la prueba.
Por el momento ASO, la empresa organizadora del Tour de Francia, no ha realizado ninguna declaración oficial sobre la decisión tomada por las autoridades francesas, un auténtico varapalo que pone en jaque no solo los jugosos beneficios económicos que reporta la ronda gala, también el futuro del ciclismo profesional con multitud de equipos buscando una salida mientras ven recortados sus salarios y plantillas en un intento por sobrevivir a la grave situación provocada por el virus.
