Competición

La UCI refuerza la seguridad en las carreras de ruta con nuevas medidas y tecnología

Estas iniciativas, impulsadas por SafeR, buscan ofrecer un entorno más protegido tanto para ciclistas como para el personal implicado en las competiciones.

Con la temporada profesional de ciclismo de ruta en su ecuador, la Unión Ciclista Internacional (UCI) ha presentado una actualización sobre los avances en materia de seguridad para las pruebas femeninas y masculinas. Estas iniciativas, impulsadas por SafeR, buscan ofrecer un entorno más protegido tanto para ciclistas como para el personal implicado en las competiciones.

Logotipo de la UCI. Imagen: UCI
Logotipo de la UCI. Imagen: UCI

Objetivo: avanzar hacia un ciclismo más seguro

En el Tour de Francia 2025, la regla de los tres kilómetros se aplicará en tramos más amplios de siete etapas, permitiendo que los corredores afectados por incidentes en los últimos kilómetros puedan mantener su tiempo, minimizando así los riesgos durante los finales urbanos y con alta presencia de obstáculos. Esta medida pretende aliviar la presión sobre los ciclistas en situaciones potencialmente peligrosas y responde al aumento de elementos de calmado de tráfico cerca de meta.

La UCI también ha actualizado el sistema de tarjetas amarillas, en vigor desde el inicio del año, que permite sancionar comportamientos peligrosos tanto de ciclistas como del personal de equipos, medios y vehículos auxiliares. Hasta la fecha, se han registrado 159 tarjetas amarillas, de las cuales solo el 42% han recaído en ciclistas.

Destaca el caso de un corredor sancionado en dos ocasiones durante una misma prueba, que fue excluido y suspendido por siete días. Entre las causas más comunes de amonestación figuran la conducción insegura, conductas peligrosas en zonas de avituallamiento y maniobras arriesgadas en los sprints.

En los seis primeros meses del año, el Comité de Gestión de Casos de SafeR ha analizado 297 incidentes en carreras de primer nivel, identificando como principal causa el error humano (29%), seguido por maniobras en puntos clave de la carrera y condiciones de la carretera, especialmente cuando está mojada.

Como novedad, la UCI probará en el Tour de Guangxi una limitación del desarrollo máximo de transmisión, con el objetivo de reducir las velocidades extremas y el consiguiente riesgo de accidentes. Esta medida será evaluada mediante una encuesta a los corredores y podría extenderse en la próxima temporada.

En paralelo, se ha implantado un Protocolo de Reinicio para gestionar las interrupciones de carrera causadas por condiciones meteorológicas o de seguridad extremas, estableciendo tiempos máximos de parada y directrices para la reanudación ordenada de la prueba.

La gestión del flujo de vehículos dentro de las carreras también ha sido objeto de atención. Un nuevo sistema regula la salida y entrada de coches y motos de organización, permitiendo rutas alternativas y reincorporaciones controladas para evitar adelantamientos peligrosos y mejorar la seguridad del pelotón.

Por último, la UCI avanza en la implantación de sistemas de seguimiento en tiempo real de los ciclistas. Tras pruebas en Suiza, la tecnología GPS será empleada en el próximo Mundial de Ruta en Kigali, permitiendo a organizadores y servicios médicos acceder a información inmediata para responder a cualquier emergencia.

David Lappartient, presidente de la UCI, ha reafirmado el compromiso del organismo con la seguridad en el ciclismo de ruta: Las medidas adoptadas y el análisis continuado de los incidentes nos permiten avanzar hacia un ciclismo más seguro, con el esfuerzo conjunto de equipos, ciclistas y organizadores.