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Quiero aligerar la bicicleta, ¿qué componentes debo cambiar primero?

Una bicicleta más ligera requiere menos energía por parte del ciclista para moverla, independientemente de la disciplina que se practique.

Una bicicleta más ligera requiere menos energía por parte del ciclista para moverla, independientemente de la disciplina que se practique. El principal problema a la hora de aligerar una bicicleta es el precio que tienen los componentes más ligeros del mercado, y por este mismo motivo nada mejor que conocer qué partes de la bicicleta merecen ser aligeradas antes que el resto para reducir peso y, a su vez, mejorar el rendimiento global.

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Radiografía de bicicleta. ©PIRO4D/Pixabay

Reducir el peso de la bici

Muchos ciclistas creen que cambiando una tija, un manillar, un cambio trasero o un sillín por otros modelos más livianos se puede aligerar el peso total de una bicicleta. Lo cierto es que sí se logra reducir algo de peso si se invierte en componentes de calidad, pero esta reducción de gramos no va acompañada de una mejora en el rendimiento de la bicicleta.

La mejor inversión es aligerar la bicicleta aumentando su rendimiento, algo que solo se consigue cambiando ciertas piezas clave:

  • Unos neumáticos ligeros: los neumáticos de la bicicleta, junto con las cámaras de aire en caso de que no se trate de un sistema Tubeless, forman parte de la zona más externa de las ruedas, donde la fuerza cinética del movimiento ejerce una gran influencia en el comportamiento de la bicicleta. Cuanto más ligeras son las cubiertas y cámaras que se montan, mayor es la ganancia en cuanto a rendimiento a la hora de acelerar y frenar mientras se rueda.
  • Unas llantas ligeras: igual que sucede con los neumáticos y cámaras de aire, las llantas son el segundo componente más importante que se puede aligerar sin invertir demasiado dinero. Una buena opción es aprovechar los componentes ya montados en las ruedas (radios, bujes y cierres) y apostar por unas llantas más ligeras, a ser posible fabricadas en fibra de carbono. Todo el peso que se consigue aligerar en las ruedas de una bicicleta se traduce directamente en una mejora de rendimiento.
  • Una horquilla de suspensión: una horquilla ligera es capaz de mejorar la maniobrabilidad y reactividad de una bicicleta, por lo que invertir en un modelo de gama alta o de última generación no es una mala idea. Otra opción muy recomendable es, o bien optar por el mercado de segunda mano, o bien probar una horquilla rígida, mucho más ligeras que las horquillas de suspensión y, gracias a los avances en la fabricación con carbono, tampoco demasiado incómodas si no se hace un uso intensivo de la suspensión delantera.
  • Una transmisión monoplato: aunque las configuraciones monoplato ya están presentes en la gran mayoría de bicicletas modernas, muchos ciclistas tienen modelos más antiguos con transmisiones de 2 o 3 platos. Invertir en una transmisión monoplato no solo aligera la bicicleta, también permite al ciclista cambiar de velocidades de forma más rápida e intuitiva al tiempo que se reduce el mantenimiento de la transmisión al haber menos piezas que ajustar.

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