En los años 90, el cemento y el asfalto de las calles también eran el terreno de juego de los ciclistas de montaña de la época. Cuando los skateparks apenas existían y los bikeparks y pumptracks eran un sueño lejano, usar la MTB (o cualquier tipo de bici) en la ciudad era parte del ritual diario de los ciclistas de entonces.
En la actualidad, el mundo de la moda vuelve a estar fuertemente influenciado por el estilo de los skaters y riders que alrededor del año 2000 adoptaron el lema cuanto más ancho, mejor. Una tendencia con la que llenaron las calles con un nuevo estilo poco convencional, donde era habitual que las tallas de ropa fueran mucho más grandes que lo que decía la tabla de tallas estándar, rozando el límite entre la comodidad y la practicidad.
El nuevo trabajo BETON (que significa asfalto) de Richard Gasperotti, embajador de Mondraker, no es solo una oda estilizada a los finales de los 90 y al milenio. También es un recordatorio de una época en la que, en todas las ciudades grandes o pequeñas, apenas existían los skakeparks y los bikeparks y pumptracks eran cosa del futuro.
Es un recordatorio de una época en la que los ciclistas estaban agradecidos por cada pequeña rampa que encontraban en el duro asfalto o cada sendero por pequeño que fuera que descubrían casi de manera furtiva en el bosque; un tiempo en el que los estilos se mezclaban y la experimentación era la norma a seguir.