Jake Atkinson ha vuelto a sorprender, esta vez lejos de los focos de las grandes competiciones. Con unos días de descanso tras una intensa temporada de Slopestyle en 2024, el joven británico aprovechó su estancia en Canadá para explorar el potencial urbano de Vancouver, demostrando que el talento sobre la bicicleta no entiende de escenarios. Acompañado del cineasta Ohad Nir, Atkinson convirtió la ciudad en su propio circuito improvisado, combinando técnica, creatividad y un dominio absoluto de su GT de salto.

La propuesta, materializada en un vídeo titulado Vancouver con Jake Atkinson, ofrece una nueva perspectiva de un ciclista acostumbrado a la presión de eventos como Crankworx o el FMB World Tour. Sin la exigencia competitiva, Jake se sumerge en el ambiente del street riding, disciplina que siempre le ha llamado la atención y que ahora decide explorar a fondo. El resultado es una producción que, pese a haberse grabado en apenas un par de días, refleja su habilidad para enlazar trucos con fluidez y estilo propio.
Desde sus inicios en el street trial a los siete años, Atkinson ha seguido una evolución constante en el ciclismo freestyle. A los once se decantó por el BMX y, en 2020, halló en la jump bike su medio de expresión definitivo. Vancouver le sirve ahora como plataforma para reivindicar sus raíces urbanas. Manuales, barspins, 180s y líneas creativas se suceden a lo largo del metraje, que destaca tanto por la calidad de la realización como por la ejecución técnica del protagonista.
En sus propias palabras, el truco más complejo fue el front flip con el que cierra el vídeo, aunque el 180 manual del inicio también supuso un verdadero reto. Estos elementos, lejos de buscar el espectáculo gratuito, responden a una concepción del riding más artística que competitiva. Jake se muestra satisfecho con el resultado y ya piensa en su próximo proyecto audiovisual, con la idea de superarse tanto en producción como en dificultad.