Mathieu van Der Poel fue el gran protagonista de la Copa del Mundo de Ciclocross celebrada el pasado fin de semana en la localidad neerlandesa de Hulst. El neerlandés se llevó la victoria con comodidad, sacando una ventaja de 15 segundos sobre el belga Laurens Sweeck, el segundo clasificado, a pesar de no haber ganado ninguna carrera sobre el barro desde que se proclamó campeón del mundo en Ostende en enero de 2021.
Pese a su regreso triunfal a los circuitos de CX, Van Der Poel se mostró muy autocrítico en la rueda de prensa ofrecida tras la carrera. El ciclista del Alpecin Deceuninck declaró que estaba muy contento con su victoria ya que hacía mucho tiempo que no ganaba una carrera de CX, pero que necesitaba entrenar más para estar arriba del todo.
Aún necesito entrenar más y disputar más carreras para estar arriba. Este triunfo es muy ilusionante, hacía mucho tiempo que no ganaba una carrera de ciclocross. Técnicamente cometí varios errores, pero aún es normal. Debo entrenar más para mejorar mi técnica. Mi condición es buena tras una gran preparación y quiero estar entre los mejores durante las carreras de Navidad
, comentó Van Der Poel.
Tras esta primera (y exitosa) toma de contacto con el barro, el neerlandés tiene ante sí un apretado calendario de carreras. Su próxima cita es el 3 de diciembre en el Superprestigio de Boom, y justo el día después la Copa del Mundo de CX de Antwerpen. En total, Van Der Poel correrá 12 carreras antes de participar en el Campeonato del Mundo de Ciclocross que se celebrará en Hoogerheide el 5 de febrero.
