Apenas con 18 años, Asa Vermette se ha convertido en uno de los nombres propios del descenso internacional. Su historia, recogida en el documental El Ascenso de Asa Vermette: El Año Debutante de un Novato en Descenso, relata un viaje que combina talento, superación y madurez prematura en un deporte que exige tanto técnica como valentía.

Un debut de película en el ciclismo de montaña
Nacido y criado en Durango (Colorado, EE. UU.), Vermette creció en una familia vinculada estrechamente al ciclismo de montaña. A los tres años ya rodaba sobre una moto y poco después sobre una bicicleta, dando inicio a una vida inseparable de las dos ruedas. Ese arraigo temprano se transformó en un meteórico progreso competitivo que lo llevó a proclamarse Campeón del Mundo Júnior, Campeón Nacional Élite de Estados Unidos y vencedor en múltiples pruebas internacionales.
Su primer gran salto al escaparate mediático llegó en 2024, cuando debutó en la Copa del Mundo de Descenso UCI en categoría júnior. Para él, competir en escenarios que había admirado durante años desde la distancia fue un sueño cumplido. Esa temporada le sirvió para medir fuerzas contra la élite emergente y, sobre todo, para confirmar que estaba preparado para retos mayores.
Uno de esos desafíos fue su participación en la Red Bull Hardline, considerado el circuito más extremo y exigente del planeta. Allí pasó de ser el competidor masculino más joven en la prueba australiana a firmar una gesta histórica: la victoria en la edición de Reino Unido. Ese triunfo, frente a corredores experimentados y en un trazado de enorme dificultad técnica, supuso su consagración internacional y el momento de mayor repercusión de su incipiente carrera.
El documental narra precisamente ese viaje hasta Gales, donde Vermette buscaba la redención tras un comienzo de temporada complicado. Con una mezcla de tensión, emoción y pasión por el descenso, la cinta refleja no solo la dureza del circuito, sino también la determinación de un ciclista que, pese a su juventud, transmite la serenidad y la confianza de un veterano.
Su palmarés ya impresiona: cuatro victorias en la Copa del Mundo Júnior, títulos nacionales en Enduro y Descenso, y un podio en la Hardline Tasmania. Pero lo más relevante es la sensación de que apenas estamos viendo los primeros capítulos de una trayectoria que puede marcar una generación.
La figura de Asa Vermette encarna la evolución del ciclismo de montaña hacia un nivel cada vez más exigente, donde el talento natural se combina con la preparación física, la tecnología y la capacidad mental para asumir riesgos en los descensos más extremos. De Durango al podio más temido del planeta, Vermette ha pasado de ser una promesa a convertirse en un referente para jóvenes ciclistas que sueñan con triunfar en la disciplina.