En el mundo de las competiciones, es habitual que en la entrega de medallas, los ganadores también reciban algún que otro premio entregado por alguno de los patrocinadores del prueba. El Súper Mundial de Glasgow 2023 no ha sido una excepción, pero ha dejado algún que otro momento surrealista como el sucedido con Ricardo Ten, ciclista paralímpico español sin brazos.
Un reloj de obsequio para un deportista sin brazos
Ricardo Ten Argilés es uno de los mejores deportistas paralímpicos de España, tanto en paraciclismo como en paranatación. Cuenta con un palmarés envidiable donde no faltan numerosos títulos mundiales, incluidos los tres que ha ganado en este último Súper Campeonato del Mundo celebrado en Escocia.
El ciclista y nadador paralímpico es todo un ejemplo de superación. Sufrió un terrible accidente cuando era niño que le costó la amputación de ambos brazos y una pierna debido a una electrocución. Pero ello no ha impedido que Ricardo Ten se convierta en uno de los mejores deportistas paralímpicos nacionales.
Tener una discapacidad no es limitante. Los límites los ponemos nosotros
, es una de las máximas de Ricardo Ten, y seguramente la aplicó a su paciencia cuando, en este Súper Mundial de Ciclismo de Glasgow, recibió como premio un reloj en la prueba de scratch C1, en la que superó a sus competidores con una velocidad promedio de 44 km/h para convertirse en campeón del Mundo.
Not a very well thought gift. pic.twitter.com/hRhaTfnGsE— Cycling out of context (@OutOfCycling) August 14, 2023
Resulta que Tissot es una de las marcas patrocinadoras de la prueba y, como tal, entregaba un reloj de obsequio en la ceremonia de premios donde los ganadores reciben las medallas que les corresponden. Ricardo Ten recibió tan inapropiado premio con una sonrisa en la cara, demostrando que además de un gran deportista, también es mejor persona.
Como era de esperar, las redes sociales no tardaron en hacerse eco de este premio con comentarios de todo tipo, la mayoría bastante burlescos. Entregar un reloj a un ciclistas sin brazos es una grave falta de empatía (por llamarlo de alguna manera) por parte de la marca patrocinadora y de la propia UCI, organizador del Mundial.