La Copa del Mundo de Ciclocross vivió en Koksijde una de sus citas más exigentes del calendario, con un recorrido marcado por la arena profunda de las dunas belgas y unas condiciones que pusieron a prueba la técnica y la resistencia. En ese escenario, Mathieu van der Poel y Lucinda Brand ofrecieron dos exhibiciones que refuerzan su condición de referencias absolutas en la disciplina.
Un circuito implacable que volvió a marcar diferencias
El trazado de Koksijde incorporó ligeras modificaciones respecto a ediciones anteriores, especialmente en la zona de salida, con un endurecimiento general que se dejó notar desde los primeros compases. En la prueba masculina élite, la carrera arrancó sin sobresaltos, con un grupo delantero numeroso y un ritmo ya elevado desde la primera vuelta.
El primer paso por meta estuvo liderado por Tibor del Grosso, con Van der Poel bien colocado y vigilante. A su rueda rodaban nombres habituales en este tipo de escenarios como Toon Aerts, Laurens Sweeck y Niels Vandeputte.
La carrera entró en una nueva dimensión al inicio de la segunda vuelta. Van der Poel lanzó un cambio de ritmo seco, coincidiendo con la aparición de una ligera lluvia que compactó aún más la arena. El movimiento seleccionó el grupo y obligó a reaccionar a los rivales, con Sweeck como único capaz de neutralizar el ataque en un primer momento.
Durante varias vueltas, el desgaste fue acumulándose en un circuito que no concede tregua. La caída de Aerts y el posterior desfallecimiento de Sweeck dejaron el camino libre para que Van der Poel volviera a imponer su ley. En las subidas de arena, donde muchos corredores se veían forzados a echar pie a tierra, el neerlandés avanzaba con una fluidez impropia de un terreno tan blando.
A falta de dos vueltas, la ventaja ya rozaba el medio minuto y la victoria estaba decidida. Van der Poel cruzó la meta en solitario, con Sweeck segundo y Del Grosso tercero tras una última vuelta muy disputada. Una actuación que refuerza su dominio en los circuitos más físicos del calendario.
En lo referente a la participación española, Felipe Orts firmó una carrera de menos a más tras una salida poco favorable. El alicantino finalizó en la vigesimoprimera posición, un resultado meritorio en uno de los recorridos que menos se ajustan a sus características.
Brand impone su ritmo y refuerza el liderato
La prueba femenina tuvo un guion aún más claro. Lucinda Brand tomó el mando desde las primeras vueltas y comenzó a abrir hueco en los tramos de arena, donde marcó diferencias con una solvencia pocas veces vista en este circuito. Su paso por las dunas fue constante y sin errores, construyendo una ventaja vuelta tras vuelta.
Por detrás, la lucha se centró en el podio. Shirin van Anrooij aseguró la segunda posición con una carrera sólida, mientras que la tercera plaza se resolvió en un duelo abierto entre Puck Pieterse, Aniek van Alphen y Ceylin del Carmen Alvarado. Alvarado fue la más fuerte en el tramo final y se impuso en el sprint decisivo.
Con este resultado, Brand no solo suma una victoria de prestigio en uno de los circuitos más emblemáticos del ciclocross, sino que refuerza su liderato en la general de la Copa del Mundo en un momento clave de la temporada. Tras lo visto en Koksijde, el mensaje es claro: en la arena, ahora mismo, hay muy pocas capaces de discutirle el mando.